La construcción de los edificios más famosos del mundo

En el mundo actual, vivimos rodeados de edificios y construcciones de todo tipo, desde ayuntamientos hasta hospitales, pasando por todo tipo de viviendas y bloques de casas y pisos. Desde Grupo Arahal, ya te hemos contado en nuestro blog sobre todo tipo de aspectos a la hora de construir viviendas, las novedades constructivas de cada temporada o todo tipo de curiosidades relacionadas con este apasionante mundo. Sin embargo, en el post de hoy sacamos a la palestra algunos de los nombres de los edificios más emblemáticos de nuestro planeta y todo lo concerniente a su construcción, suponiendo todas unas inspiraciones para los trabajos e ideas que desarrollamos desde Grupo Arahal:

  • Torre Eiffel: comenzamos con una de las edificaciones más reconocidas, por no decir la que más, sobre la faz de la Tierra. Fue construida a finales del siglo XIX, entre 1887 y 1889, con el motivo de la Exposición Universal de París, en un tiempo récord de poco más de dos años. Su “apellido” se debe a su constructor, Gustave Eiffel, y logró superar las críticas del momento hasta sobreponerse como una construcción con un nombre y un caché sin igual. Desde el plano más técnico, está erigida a base de hierro, que si bien es un material conocido desde hace milenios, experimentó todo un boom en esta misma época gracias a su disponibilidad industrial. Así, más de 18000 piezas de este material forjado se combinan para dar lugar a toda una maravilla del mundo contemporáneo de 312 metros de altura.
  • Burj Khalifa: nos trasladamos al mundo oriental para hablar sobre el rascacielos más alto del mundo, que con 828 metros de altura se alza desde el 2010 en Dubai como la infraestructura en la historia de la humanidad; y sobre un par de datos muy curiosos. En primer lugar, su construcción pretende hacer frente a las durísimas condiciones climatológicas presentes en el desierto, para lo que se utiliza acero reforzado y el sistema “del núcleo central”, que le permite cargar con su propio peso al tiempo que lucha contra los fuertes vientos desérticos y los terremotos. Por otra parte, tiene una forma escalonada que se inspira en la flor Hymenocallis, una flor tropical presente en gran parte del sur del continente americano.
  • Ópera de Sídney: por último volvemos a viajar, esta vez a las Antípodas, para hablar sobre una edificación sin igual y cuya historia es digna de película. El edificio de la ópera de la ciudad más reconocida de toda Oceanía comenzó hace más de medio siglo, en 1959, en su particular competición con la otra gran ciudad del país, Melbourne, que había acogido los JJOO tan solo tres años atrás y que parecía haber cogido la delantera. Esto se desarrolló de forma ininterrumpida hasta 1973, en un período en el que se enfrentó a numerosos desafíos tanto técnicos como presupuestarios. En este momento, tras varios cambios de personal tanto en la dirección como en la mano de obra, se dio por completada y fue inaugurada nada más y nada menos que por la reina Isabel II de Inglaterra y de las colonias británicas, entre las que se encontraba, como no, Australia. Tras este período turbulento, tuvo lugar un período de tranquilidad y de apogeo para la ópera de esta ciudad, que colocaron a esta infraestructura como uno de los reclamos principales del continente. Sin embargo, en 2013, con la conmemoración de sus 50 años, se llevó a cabo una renovación que mejoró la accesibilidad y seguridad del propio edificio, con tal de mantener su estatus y condición como una de las construcciones más importantes del mundo.
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Grupo Arahal

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