En la actualidad, las fachadas ventiladas son el sistema de construcción más eficiente como cerramiento para edificios. Tanto es así que se están implantando también en los hogares, especialmente aquellos que buscan soluciones eco-friendly y de fácil instalación. Desde Cubiertas Arahal te contamos en qué consiste este tipo de recurso arquitectónico y cuáles son sus ventajas.
¿Qué son las fachadas ventiladas?
Se trata de un sistema de construcción ideado para mejorar la calidad en el aislamiento acústico y térmico de los edificios. Este método se ha ido consolidando con el paso de los años porque deja una cámara ventilada entre el revestimiento y el aislamiento que elimina los puentes térmicos y la condensación. De esta forma, no destaca únicamente por sus grandes cualidades térmicas, sino porque también es muy eficaz para evita la humedad.
La aceptación de las fachadas ventiladas entre constructores, promotores y arquitectos viene dada por la alta calidad y sus evidentes ventajas. Sus componentes son los siguientes:
- Muro de soporte que actúa como anclaje.
- Cámara de aire para favorecer la ventilación y reducir la condensación de humedades.
- Capa aislante para evitar la pérdida de energía y favorecer el ahorro.
- Material de revestimiento.
Lo que hace óptima a esta estructura es la presencia de la cámara de aire entre la capa aislante y la de revestimiento. Produce el efecto chimenea, es decir, la tendencia del aire cálido a subir por el conducto creado. De esta manera, se consigue un aislamiento seco y un ahorro en el consumo energético.
La solución del futuro
Este método de construcción es uno de los sistemas más demandados en la actualidad y parece tener el futuro asegurado en proyectos arquitectónicos venideros, tanto para negocios como hogares. Esto viene motivado por las grandes ventajas que ofrece.
Además de las más evidentes como son el aislamiento acústico y térmico, la eficiencia energética o la eliminación de la filtración de agua que reduce la condensación y la humedad, las fachadas ventiladas también se han hecho un hueco en numerosos edificios porque disminuyen los movimientos estructurales, prolongan la vida útil de la fachada, requieren poco mantenimiento y aumentan el valor de la construcción.
